La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, entregó el lunes a sus pares de Bolivia, Evo Morales, y de Paraguay, Fernando Lugo, el Acta de Demarcación de Límites definitiva, 77 años después que estos dos últimos países se enfrascaran en una guerra por el control del petróleo en el Chaco Boreal.
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A 77 años de la Guerra del Chaco, Bolivia y Paraguay sellan histórico acuerdo (Foto Telam)
(ABI) Por Coco Cuba - La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, entregó el lunes a sus pares de Bolivia, Evo Morales, y de Paraguay, Fernando Lugo, el Acta de Demarcación de Límites definitiva, 77 años después que estos dos últimos países se enfrascaran en una guerra por el control por el control del petróleo en el Chaco Boreal.
El acto tuvo lugar en la presidencial Casa Rosada, en Buenos Aires, donde Fernández, en representación de su país, que ofició, en julio de 1938 de garante de la paz duradera entre Bolivia y Paraguay, puso fin definitivo a un conflicto bélico que en tres años, entre 1932 y 1935 se cobró la vida 100.000 soldados bolivianos y paraguayos.
El documento de resolución de límites "simboliza el fin de aquella etapa de enfrentamientos sin sentido que lo único que hizo fue llevar agua al molino de otros", dijo la presidenta argentina al enunciar que la Guerra del Chaco tuvo "olor a petróleo" y que fue alentada por interés transnacionales infiltrados en las naciones entonces beligerantes.
Por su lado el presidente boliviano, un pacifista empedernido, dijo en tono solemne que el acta de demarcación limítrofe representaba "la paz social duradera" entre su pueblo y el paraguayo.
"Un mundo sin guerra es el acuerdo que estamos suscribiendo hoy aquí", señaló.
Su par paraguayo se dijo convencido que "esta recíproca determinación de concordia se convertirá en denominador común que debemos respetar bolivianos y paraguayos".
Lugo calificó a la guerra boliviano paraguaya de "innecesaria confrontación y "un viejo heredado pleito de fronteras".
Morales celebró, asimismo, "este día histórico" en que ambas naciones liquidaron los trámites limítrofes señalados en la firma del Tratado de Paz suscripto en Buenos Aires el 14 de julio de 1938 cuando se dejó, para una definición cartográfica posterior, la precisión de los nuevos límites entre Bolivia y Paraguay que ahora comparten una frontera común de 738 km lineales.
La guerra entre las dos naciones más pobres de Sudamérica estalló en junio de 1932 en Laguna Chuquisaca o Pitiantuta, un punto perdido en la árida región del Chaco, en el corazón sudamericano.
Más de 80 años de negociaciones fueron, sin embargo, insuficientes para que Bolivia y Paraguay lograsen un acuerdo de límites.
La guerra, evitada en 1928 por medios diplomáticos con mediación de la Liga de Naciones, estalló en Laguna Chuquisaca (o Pitiantuta en guaraní) en junio de 1932 y extendió su manto de muerte hasta junio de 1935.
Bolivia perseguía por el Río Paraguay una salida al Océano Atlántico, tras haber perdido su acceso al Pacífico en la guerra que, aliada con Perú, libró contra Chile en 1879.
Paraguay llegó a la guerra con su población masculina notablemente diezmada tras la conflagración que libró contra la Triple Alianza (Argentina, Brasil y Uruguay) entre 1865 y 1867.
Acicateados por movilizaciones de tinte nacionalista, los gobiernos de entonces de Eusebio Ayala (Paraguay) y Daniel Salamanca (Bolivia), pusieron en marcha la maquinaria de muerte.
La Paz definitiva se selló en Buenos Aires en julio de 1938 y Saavedra Lamas, representante de la poderosa oligarquía vacuna argentina de aquella época, fue distinguido con el primer Premio Nobel de la Paz.